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Ignite 2025 desde dentro: lo que vivimos en primera persona y por qué marca un nuevo ciclo para las empresas

Estuvimos allí. Lo vimos. Lo entendimos. Y aquí te cuento lo que de verdad importa para tus decisiones tecnológicas en 2025

No es lo mismo leer Ignite 2025 que vivir Ignite 2025. Y este año lo he vivido desde dentro, caminando entre miles de profesionales, escuchando a los equipos de producto de Microsoft, participando en conversaciones privadas, asistiendo a sesiones técnicas avanzadas y, sobre todo, conectando los puntos de lo que Microsoft ha construido para 2025 y los años siguientes.

Cuando digo que Ignite 2025 marca un antes y un después, no lo digo por dramatismo. Lo digo porque pude ver cómo las piezas que Microsoft lleva años preparando por fin encajan: IA, datos, cloud, automatización, seguridad, ERP, CRM, puesto de trabajo y desarrollo convergen en un modelo operativo completamente nuevo. Y no es un discurso comercial. Lo vimos funcionando.

Es un evento donde no solo se presentan productos, sino decisiones estratégicas. Microsoft ha dejado claro que el futuro inmediato no es híbrido entre personas y sistemas; es colaborativo, autónomo, inteligente y profundamente conectado. Y la velocidad a la que va a avanzar este ciclo es mucho mayor que la de ciclos anteriores.

En este post no te voy a contar titulares. Te voy a contar lo que realmente vi, lo que aprendí, lo que significan estas capacidades para las empresas y cómo deberían prepararse para lo que viene. Es un análisis en primera persona, desde dentro.

Lo que descubrimos nada más aterrizar: este Ignite no se parece a ningún otro

En cuanto llegamos, algo era evidente: Ignite 2025 no estaba montado alrededor de productos, sino de una idea transversal que lo impregnaba todo: la IA deja de ser una funcionalidad para convertirse en la lógica operativa que orquesta sistemas enteros. Y esto no es una metáfora. Lo vimos en sesiones internas, en demos privadas, en conversaciones con PMs y en los propios anuncios.

La sensación general en el ambiente era que Microsoft ha dado un salto de madurez. Pasamos de una época en la que la IA generativa impresionaba por su creatividad, a un momento en el que lo relevante es su capacidad de actuar, ejecutar, automatizar y optimizar. La palabra que más escuchamos fue “autonomía”. Y es exactamente hacia donde se dirige todo el ecosistema Microsoft.

El discurso del evento era claro:

La IA ya no te ayuda a trabajar. La IA trabaja contigo. Detecta, interpreta, ejecuta y aprende. Y lo hace dentro de la nube, dentro del ERP, dentro del CRM, dentro de tus políticas de seguridad y dentro del puesto de trabajo.

Azure 2025: cuando la infraestructura empieza a tomar decisiones propias

Si tuviera que elegir un punto donde entendí que Microsoft está adelantando diez pasos al resto del mercado, sería en Azure. Porque mientras muchos fabricantes siguen hablando de mejorar máquinas virtuales o añadir nuevas configuraciones, Microsoft está reescribiendo cómo funciona la infraestructura misma.

AI Compute Orchestrator: la demo que nos dejó en silencio

Una de las demos más potentes fue ver cómo un modelo de IA se movía entre recursos de GPU sin intervención humana. Un orquestador supervisa carga, disponibilidad, coste, latencia y prioridad. No solo asigna recursos: decide cómo, cuándo y dónde ejecutarlos.

Esto es crucial para cualquier empresa que quiera usar IA sin depender de arquitectos especialistas en tuning manual. Azure literalmente está aprendiendo a optimizarse solo.

¿Qué implica para las organizaciones?

  • Cero fricción para desplegar modelos avanzados.
  • Costes mucho más predecibles, incluso con cargas fluctuantes.
  • Posibilidad de escalar IA en semanas, no en meses.

Azure AI Studio: agentes que actúan sobre sistemas reales

Ver cómo un agente leía datos de Dynamics, detectaba desviaciones y ejecutaba acciones dentro del ERP fue uno de los momentos clave del evento. Porque no era un prototipo. Era producción.

Esta integración natural entre IA, procesos y datos abre la puerta a flujos decisionales autónomos que antes requerían horas de análisis humano.

Fabric + OneLake: cuando los datos dejan por fin de ser un problema

En nuestro día a día vemos que el problema no es la IA. Son los datos. Silos, formatos, orígenes, plataformas desconectadas, procesos manuales, duplicación… Fabric ataca todo esto y lo convierte en un modelo coherente.

OneLake lo centraliza todo.Nada de duplicar, nada de replicar, nada de mover sin sentido. Todo vive en un único Lakehouse empresarial.

Y aquí viene lo importante: toda esta estructura está optimizada para IA. Si los datos están unificados y gobernados, los agentes y copilotos funcionan desde el primer día.

Data Activator 2.0: decisiones automáticas basadas en eventos

Esta fue una de mis sesiones favoritas. Ver cómo Fabric detectaba anomalías de inventario y activaba flujos de Power Automate o agentes de Dynamics sin esperar a que nadie revisara nada fue impresionante.

Esto no es futuro. Es una arquitectura basada en eventos que ya funciona hoy.

Dynamics 365 y Business Central: el nacimiento real del ERP autónomo

Aquí es donde Ignite 2025 se siente revolucionario. Porque no hablamos ya de copilotos que ayudan, sino de agentes que trabajan. Literalmente trabajan.

Tenant Copilot: el ERP que entiende tu negocio

Una de las demos mostraba cómo Tenant Copilot detectaba variaciones de margen, explicaba causas y sugería correcciones. No como un texto bonito, sino con datos reales del ERP.

Esto cambia totalmente el trabajo financiero y operativo.

Agent Factory: la fábrica de automatizaciones profundas

Crear un agente especializado sin escribir código fue uno de los momentos más comentados del evento. Conciliaciones, autorizaciones, validaciones, previsiones… todo gestionado por agentes autónomos entrenados con reglas y datos reales.

Microsoft 365 y Copilot: el trabajo deja de ser lineal y se vuelve conversacional

Lo que más me sorprendió en Ignite 2025 no fue solo la profundidad técnica de Copilot, sino cómo Microsoft ha conseguido que la herramienta deje de ser un complemento y se convierta en una infraestructura cognitiva para el trabajo del día a día. No hablamos de pedirle a Copilot que escriba un correo. Hablamos de que Copilot entienda relaciones, dependencias, riesgos, obligaciones, prioridades, datos internos y procesos en marcha.

Copilot ya no «ayuda». Copilot «opera».

Y eso lo cambia todo: la velocidad, la calidad, la coordinación entre equipos y la capacidad de reacción.

Una de las sesiones que más me impactó fue una centrada en Copilot para M365 donde los ponentes mostraban cómo la herramienta podía descomponer un proyecto en fases, detectar riesgos en la documentación, identificar dependencias entre equipos, preparar resúmenes ejecutivos y sugerir decisiones estratégicas basadas en datos reales del negocio.

Lo interesante no es la tecnología, sino su aplicación directa: reuniones más eficientes, menores tiempos muertos, menos errores operativos y una estructura organizativa que gana inteligencia sin aumentar personal. Y cuando vimos cómo se integraba Copilot con Dynamics 365, Fabric y Power Platform, entendimos que lo que está construyendo Microsoft es un entorno totalmente conversacional donde el usuario se centra en decidir, no en producir.

Copilot Extensions: la personalización profunda

Otro de los puntos clave fue ver cómo las empresas pueden crear extensiones personalizadas de Copilot para adaptarlo a sus procesos internos. Esto abre una puerta enorme: cada compañía puede tener su propio asistente especializado que entienda el contexto real de su negocio, no uno genérico.

El potencial es altísimo en sectores como construcción, industria, energía y administración pública, donde los flujos documentales y las cargas operativas son enormes. Con Copilot Extensions, la empresa puede definir su forma de trabajar y hacer que Copilot se adapte a ella, no al revés.

Seguridad 2025: cuando la defensa deja de ser reactiva

La seguridad fue uno de los pilares más sólidos del evento. Y no por cantidad de sesiones, sino por la profundidad del mensaje: Microsoft está pasando de un modelo de detección a un modelo de prevención autónoma. Y eso redefine por completo la forma en la que los SOC operan.

Ver Sentinel realizando investigaciones automáticas, correlando eventos de identidad, red, dispositivo y nube fue uno de los momentos más impactantes. No se trataba de una demo exagerada, sino de un flujo real que, en cuestión de segundos, presentaba una narrativa completa del incidente, incluyendo recomendaciones de mitigación.

¿Qué implica esto? Que el SOC del futuro —y en muchos casos, del presente— no se basa en tener a 20 personas revisando dashboards, sino en tener agentes autónomos priorizando, correlacionando, detectando anomalías y cerrando brechas antes de que generen un impacto real.

Microsoft Defender, Sentinel y Purview se convierten en una capa de seguridad activa, no pasiva.

Esto reduce tiempos, riesgos, costes operativos y exposición.

El papel de la IA en la seguridad

Esto fue un tema recurrente en múltiples sesiones: la seguridad moderna no puede depender de revisar logs, sino de interpretar comportamientos. Y ahí la IA tiene un papel central. Los modelos que vimos analizan patrones, anticipan comportamientos anómalos e identifican riesgos que el ojo humano nunca detectaría.

La IA está democratizando niveles de madurez en ciberseguridad que antes solo estaban al alcance de organizaciones con presupuestos enormes. Esto nivelará el terreno competitivo.

Momentos clave que vivimos en el evento

Más allá de las sesiones formales, hubo momentos personales que ayudaron a entender hacia dónde avanza Microsoft. Conversaciones improvisadas con PMs explicando cómo están reorganizando internamente la arquitectura de Copilot; debates técnicos sobre el futuro de Agent Factory; explicaciones detalladas sobre cómo OneLake está resolviendo problemas que llevaban una década sin solución.

Pero hubo tres momentos especialmente reveladores:

1. Cuando vimos la demo interna de ERP Agents

No era un prototipo. Era exacto, rápido y operativo. Agentes interpretando documentos, validando datos y actualizando el ERP.

2. La explicación sobre Fabric y gobernanza

Un PM explicó cómo OneLake elimina el 70 por ciento de la carga manual en ingeniería de datos.

3. El debate sobre seguridad autónoma

Sentinel ya no solo detecta: investiga, prioriza y genera hipótesis de ataque.

Qué significa Ignite 2025 para tu empresa: un análisis sincero

Después de asistir y analizar todo lo que vimos, queda claro que Ignite no es una colección de productos nuevos. Es una declaración de Microsoft sobre cómo será la tecnología empresarial de los próximos cinco a diez años. Y quien no se prepare ahora, lo pagará más adelante.

1. El papel de los agentes autónomos cambiará la estructura organizativa

Procesos que antes requerían tres o cuatro personas ahora podrán ejecutarse de forma continua, autónoma y sin errores. Esto no sustituye talento, pero sí lo libera de tareas mecánicas.

2. El Lakehouse será la base de la competitividad

Fabric y OneLake no son opcionales si se quiere competir en un entorno donde la IA es el eje operativo. Sin un repositorio unificado, la IA no tiene contexto real.

3. El puesto de trabajo se va a rediseñar entero

Copilot cambia la manera en que se comunica, se presenta, se coordina y se decide. Las empresas que adopten Copilot primero verán incrementos en productividad imposibles de replicar con herramientas tradicionales.

4. La seguridad autónoma será una condición mínima

La sofisticación de los ataques actuales exige IA defensiva. Esto será un estándar.

La pregunta no es “¿cuándo adoptaremos todo esto?”. La pregunta es “¿cómo de rápido podemos adoptarlo sin perder el control?”.

Conclusión: Ignite 2025 no habla de futuro. Habla de presente.

Después de vivir el evento desde dentro, no tengo ninguna duda: Microsoft ha movido ficha y ha definido el estándar tecnológico de la próxima década. Quien no empiece a adoptar estos modelos en 2025, llegará tarde.

Y lo más interesante es que, por primera vez, la tecnología no solo evoluciona: se coordina. La IA conversa con Fabric, Fabric conversa con Dynamics, Dynamics con Azure y Azure con la seguridad. Todo funciona como un sistema vivo.

Desde Ayesa, estamos preparados para guiar esta transición. Porque no basta con entender la tecnología; hay que saber aplicarla con precisión quirúrgica en cada organización.

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